Platero y él

Platero y él

viernes, 4 de abril de 2014

UN RECUERDO



Cuando íbamos al pueblo de mis abuelos, él tenia un burro que utilizaba en la tarea del campo. Mis hermanos y yo, lo llamábamos PLATERO. Un día nos llevó mi abuelo a la parrilla, que era su huerto. Madrugábamos mucho para ir a pasar el día allí. Estaba lejos, había que pasar un río. Como yo, me cansaba me subieron a PLATERO. Me puse muy contenta.
Cuando pasamos el río, PLATERO se resbaló, y me puse a llorar, pasé miedo. Pero nos pusimos a cantar y se me pasó. Llegamos al huerto. A PLATERO le quitamos las cosas, y se puso a comer.
Jugamos, comimos y lo pasamos muy bien.
Fue un día estupendo que aun tengo en mi recuerdo.

 Juani  Sánchez
Cultura general

PLATERO




Platero y yo decidimos un día de hermosa primavera, ir a dar un paseo por el campo a tomar el sol y tomar el aire de esos árboles de anchas hojas que abren los pulmones.
Ver esos campos verdes, así como el trigo y las mariposas volando por los jardines de flor en flor, nos alegraba el día, y como a Platero le gusta mucho andar subimos a la montaña y desde allí vimos nuestra ciudad y pasamos un día contentos y felices.

PAULINA HERRANZ

Cultura General

P L A T E R O




PLATERO es un animal de cuatro patas, pequeño, peludo, suave; que no tiene o no se le notan los huesos. Come de todo y los del pueblo se asombran de tal y como es.
Esta es la historia de PLATERO con siete muchachos de corta edad, el mayor unos catorce años y el menor de unos cinco años y que da su inicio unos cuarenta años atrás, casi recién llegados del pueblo a una zona muy cercana a la capital.
Se estaba haciendo de noche, pero había una buena luna que nos acompañaría por las tierras que días más adelante PLATERO tendría que arar, sembrar y ver crecer todo lo sembrado. Hay un olor penetrante a humedad y silencio, que debe ser debido al río Bernesga, que pasa a unos quinientos metros.
Hace frío y tenemos miedo, así que PLATERO trota con la intención de salir de allí y que lo vuelva a meter en la cuadra.
“Lo compraron, mis padres, para tirar del carro que se llevaba para repartir la leche por las casas a granel y en todo León, conducido por mi padre, que era quien repartía esa leche, también le utilizaba para arar la tierra y otros que haceres diarios.”
Nos levantábamos a las siete y cuarto de la mañana, a ordeñar, limpiar la cuadra y dar de comer al ganado, incluido PLATERO, que estaba en otra cuadra que se tenía en la planta baja de la casa y en la que había terneros, cerdos y gallinas en jaulas, justo al lado de las vacas.
Más tarde, a las nueve, nos subíamos a desayunar y cambiarnos, para a las nueve y media nos poníamos a preparar a PLATERO y el carro verde con las cantaras de leche, unos doscientos cuarenta litros, seis cantaras de cuarenta litros y todo ello para el pobre PLATERO, de lo que tendría que ir tirando hasta que se agotase la leche, que serían las catorce horas.

Cuando se llegaba a casa se soltaba del carro, a PLATERO y seguidamente se la daba de comer y beber, que era lo mismo que hacíamos nosotros y una vez que acabábamos nos echábamos a siesta una hora, para seguidamente levantarnos e ir con PLATERO a arar las tierras hasta las siete, momento en el cual volvíamos para casa y a PLATERO se le metía en su cuadra y nosotros nos preparábamos para volver a ordeñar las vacas, donde estábamos hasta las nueve, para instantes después cogeríamos a PLATERO y lo sacaríamos de la cuadra e iríamos al camino para jugar a vaqueros.

MIGUEL ÁNGEL  LOZANO PÉREZ

Cultura General

martes, 1 de abril de 2014

Mi Platero torpón…






Trotaba cada  mañana como siempre, Platero, torpón como él solo… en busca de las naranjas que caían del árbol que había detrás del porche de casa de mi abuelo. Con su morrito gris, de bigotes blanquecinos, arremetía contra el tronco haciéndolas caer, mientras yo las recogía del suelo para dárselas le decía:
-¡Platero, como salga el abuelo vas a correr!
 Bajamos al río por el campo de trigo y se azotaba con la cola al rozar las espigas sobre su lomo. Cuando llegábamos siempre bebía el agua fría y lamía las piedras mojadas que sobresalían en la orilla, después se rebozaba en ella como si fuera lo que llevaba esperando todo el día, me miraba fijamente y se sacudía torpemente mojándome parte del pelo y la cara. Echaba a trotar para descansar un rato, apoyaba mi cabeza cerca de el y escuchábamos el sonido del manantial y a los pájaros cantar.





Sheyla. J  Educación Base 1

martes, 11 de marzo de 2014

DE FALLA POR VALENCIA CON PLATERO


Hoy es un día muy especial para mi burrito Platero, pues es muy cohetero y me lo he llevado a ver fallas por Valéncia. Él muy contento se levanta de su cama con ansia , se toma su desayuno,se pone su blusón y pañuelo y mientras yo, preparo las mochilas con agua, bebida,bocadillos,dulces y snaks .

Salimos de casa ,cogemos el autobús y el tren de Sangunto, todos nos miraban extrañados e incluso se ríen, pero a mi me daba igual yo voy muy feliz con mi burrito. Llegamos a Valencia miramos las fallas de alrededor de la plaza de la estación y del ayuntamiento y vemos el gran espectáculo de la mascletà, al finalizar todos aplaudimos y corrimos a saludar al pilotècnic incluso Platero se hizo fotos con él. Al acabar fuimos a comer paella a un bar del contorno.

Por la tarde vimos un rato la ofrenda de la Virgen de los Desanparados, fuimos andando hacia el rió Turia mirando fallas ,en cada falla que mirábamos Platero posaba para hacerse una foto y se paraba en todas las "paraetas" para comprar petardos , gominolas, dulces ... 

Para finalizar vimos el gran espectáculo de fuegos artificiales de Vicente Caballe donde Platero aguantó despierto como un campeón, y cogimos el metro y volvimos a casa cansados pero con una gran experiencia vivida . 

Ponemos fin a esta historia que Platero y yo os hemos contado.   



Sandra García Cebriá

E.B.2

PLATERO

Dos carros no dejaban ver las cuadras y atados a los ejes dos perros, un pastor alemán belga y a la parte izquierda una perra grande de cazar conejos. Era imposible entrar al pesebre sin pasar por el medio de ellos. A nosotros nos conocían, en el suelo había cazos de aluminio, tenían agua y pienso. Al fondo, a la parte izquierda, está un burrito gris y blanco atado al pesebre . No es alto pero se le sobresalían las orejas bien plantadas, como dos cirios.
Al instante,salió al corral mi abuelo, un hombre mas bien bajito, gordo como un tonel de vino, con sus gafas de cristales gruesos que nos miro y dijo:
-Jesús mira que burro te he comprado.
Con esa inocencia que tiene un niño y tratándose de mi abuelo me lo creí.
Al día siguiente, nada más levantarme corrí hacia las cuadras me quede detrás del burro puesto que tenia miedo de que me diera un par de coces. Él sin girar el cuello, con esos ojos tan grandes me miro y giró las orejas, un largo rabo le llegaba casi a los cascos y un olor de alfalfa invadió la cuadra. Me tumbé en la hierba fresca y dos enormes relinchos entraron por mis pequeñas orejas fue cuando mi abuelo apareció detrás de mi con un andar tosco.
-Vamos a enganchar los caballos al carro y saldremos a pasear, me dijo. Al terminar me subí al burro inmediatamente después, de darle agua a los animales le pregunte como se llamaba el burro y me dijo que si llamaba PLATERO.  



Jesús Jordán Alcañiz  


E.B.2

PLATERO COMPAÑERO


Un día te vi por el monte , estabas sólito y eso me llamo la atención, ya que antiguamente, los burros se utilizaban para trazar caminos.
Me acerque a ti, estabas muy asustado y desgarbado, tenias las orejas caídas y cara de amargura, tu pelo grisáceo no brillaba, tosco y áspero.
Yo pensativo, sentado en una piedra a la vera del camino, pensaba: ¿que le habrá pasado a este animalito?. Pues en aquel momento, paso un anciano que iba a su huerta... Le pregunte:

-¿que hace ese animalito ahí?

-su amo falleció, y no tiene hogar y tal como están las cosas, nadie lo quiere adoptar, llévatelo tú si quieres

-Vivo en una casa con corral, ahí no puede estar, pero sabe que le digo, “Que a casa viene”, y en cuanto se recupere un hogar le encontraré.

Estuve unos días acercándome al pobre burrito, hasta que al tercer o cuarto día me tomo confianza, y lo fui a buscar con un camión.

Pasado unos días, ya en casa no sabía que nombre ponerle, al tener mejor alimentación te pusiste mas gordito, tu pelo gris cambio a un gris de varios colores muy luminosos y tus orejas mas rectas, pero, ¿como llamarte? Ya está se llamará Platero.
A pesar de no estar en su hábitat adecuado, eras muy agradecido, ya que todas las mañanas te ponías en pie, con tus patas delanteras sobre mis hombros simulaban un gran abrazo.
Todos los días, te ataba una cuerda y te llevaba al campo a pastar, junto con mi perro Toby, pero con el tiempo, te llevaba al parque, para que Toby jugará con los demás perritos, te dejaba atado a un poste, y los niños no salían de su asombro de ver un burro, y alucinaban, contigo ya que te dejabas acariciar, y tu expresión era de un burro feliz.

Con el tiempo ya no necesitaba llevarte atado, ya que ibas andando a mi rebufo, y en el parque te quedabas junto a mí, no te asustabas de nada, aunque hubiera niños jugando a tu alrededor.

Llegó un 17 de enero, día de San Antón, el patrón de los animales, y tal como manda la tradición te llevé para que fueras bendecido, al ser tan bueno y obediente te llevé sin atar, primero paso Toby y después tú, el personal asistente al evento se quedó asombrado, y entre ese personal por arte de magia o bien por influencia divina (por aquello de San Antón) , el caso es que allí estaba tu nueva familia.

Esta nueva familia vivía en una granja, con muchos animales, allí estarías como un rey, te costó acostumbrarte a tu nuevo hogar, quizás fuera porque me echabas de menos, yo iba a verte de vez en cuando, aun sabiendo que estabas muy bien atendido, la última vez que fui no pude evitar pensar ¡Platero te echaré de menos! 


Ángel Ripoll Martínez 

E.B.2

DE PASEO CON PLATERO

Un día,Platero y yo decidimos salir de paseo por el campo.
Hacia un día precioso de primavera y el sol brillaba, los pájaros cantaban sus mejores melodías y a los niños se les escuchaba reír y jugar por el pueblo. A Platero también se le veía contento,los rayos del sol le hacían brillar su pelaje y la suave brisa le acariciaba la cara.
Platero iba despacio observando todo lo que nos rodeaba, los animales,los mariposas
de todos los colores,las personas que pasaban y los niños que corrían a nuestro alrededor.
Platero parecía no querer perderse nada de ese día precioso.

FAISSAL
EB2

Platero montañero

Un día soleado y con buen clima, emprendí un viaje en bicicleta, concretamente, un viaje hacía la montaña. Cuando iba pedaleando observaba un preciso paisaje. Y dije:
- ! Que paisaje más hermoso!
Había cientos de árboles, flores y un gran césped, donde más adelante podía parar, porque detrás de él había un acueducto Pero no pude detenerme a observar los diversos tipos de flores que había. Eran tan hermosas, después de un buen paseo, fui a visitar el acueducto y de repente vi a un animal pequeño y peludo. Me quede sorprendido, no había visto una criatura tan peculiar.
Me acerqué a él de manera sigilosa y estaba acariciándose el hocico con unas flores celestes. Le dije:
- ¿ Como te llamas?
Me contestó:
-Platero.
De manera repentina le pregunte :
-¿ Quieres venir con migo?
Sin tardar un instante dijo que sí.
De manera que volví a emprender el viaje hacía casa pero con el precioso burrito. Él iba a ser mi mascota.
De vuelta a casa me encontré con un amigo que con los ojos saltones dijo:
-¿ Qué especie de criatura es esa?¿ De dónde lo has sacado?
Yo estaba muy contento de ir con el burrito, por lo cual le dije:
-Lo encontré gracias a una mañana soleada emprendiendo un recorrido en bicicleta, se llama Platero.
Mi amigo se quedó sin palabras, al ver un burrito tan de cerca era una mascota de compañía diferente a lo que se suele tener. Sin dudarlo fue uno de los mejores días en bicicleta. Me convertí en el niño más feliz del mundo iba a disfrutar de maravillosas cosas con su compañía.


 Javier Heredia Estellés
Educación de Base 2

SUPER PLATERO

Era un 15 de Abril cuando vi por Facebook que habían abandonado a un burrito, y están buscando adoptante, yo no lo pensé y llamé . La chica me dijo que tenia veinte días de vida, y que lo habían dejado abandonado en un huerto de Alcoy, yo le dije que quería adoptarlo, y ella dijo que adelante, que me veía capacitado para ello. Ella me propuso quedar para verlo y firmar todos los papeles para la adopción, y ahí fui .
El burrito era guapísimo , y pensé: “ yo me lo quedo” .
Me informaron que se llamaba “ Platero “ y que podía cambiarle el nombre , pero ese nombre me gusto muchísimo y se lo deje.
De camino a casa no podía dejar de miralo, ¡es precioso!.Al llegar , la gente murmuraba y no dejaban de mirar a mi Platero. Es travieso y me muerde lo que coge , cortinas , sofás, muebles... pero...es mi burrito Platero, que le vamos a hacer . Ahora tiene un añito y esta enorme , no hace trastadas y se le ve muy contento, esperemos que viva mil años más ,

Te quiero Platero mio.



                                                               IVAN LOPEZ ROVIRA
                                                                              EB2

jueves, 6 de marzo de 2014

Platero, mi cupido del amor


Hoy soy feliz con la mujer que quiero y debo darle las gracias a mi burrito Platero.
Todo empezó un día, cuando la vi pasar, por delante del establo donde mi burrito y yo trabajábamos sin parar. Era morena, de ojos oscuros y con cara angelical, sobrina del dueño de la finca y del corral. Su visita inesperada des de un principio me hizo temblar, miles de sensaciones corrieron por mi cuerpo al ver a ese ángel pasar. Hasta mi burrito se dio cuenta y sus ojos puso en mí; su carita parecía decirme: “ay mi amo, esa moza va a ser para ti!”.
Día y noche le contaba: “ay Platero, que será de mi… ojalá algún día esa hermosa dama se fijara en mi…pudiera hablarla y conocerla y decirle lo que siento al verla pasar por ahí, pero me lo guardo en silencio y solo te lo explico a ti porque sé que su amor es imposible… y aunque la amo y la deseo con todas mis fuerzas no sé si podré llegar a ser el príncipe de tan hermosa princesa”.
Mi burrito Platero me miraba, como el amigo fiel que escucha y ni habla, y que tan solo con una mirada entiendes que te dice: “aquí estoy para lo que te haga falta…”.
Hasta que un día la historia cambió… Fui a buscar a mi burrito pero no estaba en su sitio. Asustado salí corriendo a buscarlo, gritando; “ay Platero dónde estás?”, y para mi sorpresa lo encontré entre las manos de mi hermosa dama. El burrito se había ido a buscarla para que yo luego pudiera encontrarla y así dándole las gracias por haberlo hallado pudiera empezar a hablarla y a mantenernos en contacte. Ella me miró y sus ojos y los míos se encontraron y des de ese día ya nunca más se separaron.
El tiempo fue pasando y nuestra historia de amor empezó primero a escondidas luchando con todas las fuerzas por lo que sentíamos los dos, para luego salir a la luz y poder gritar a los cuatro vientos lo mucho que nos queríamos los dos. Mi Platero fue testigo de nuestra hermosa historia de amor hasta que el día más bonito de nuestra vida llegó, y fue mi Platero el que al altar nos llevó, con sus hermosas guirnaldas adornadas de mucho color para festejar y sellar con nosotros nuestro amor…
De eso hace hoy diez años, y aunque mi burrito hace una año que murió, siempre estará conmigo por ser el que me ayudó a conseguir la felicidad que a día de hoy tengo.

Gracias Platero, el cupido de mi amor…

Jesús Lopez Ortega
E.B.2

lunes, 3 de marzo de 2014

Mi reencuentro con Platero

Desde niño he querido acariciar a Platero, notar la suavidad de su pelo en los dedos, el brillo que desprende al sol, y pasear con él por los campos en los que pastaba junto al poeta. Como si nosotros fuéramos los únicos habitantes del mundo.
Quizás me montaría en su lomo y descubriríamos las diminutas flores amarillas que crecen cerca de los ríos.
Juntos respiraríamos el aire puro que desprenden los árboles y escucharíamos el cantar alegre de los pájaros.
Nos echaríamos sobre la hierba verde y caliente por el sol, y nos contaríamos los secretos que hemos guardado desde que nos conocimos cuando yo contaba con ocho años.
Le diría cómo gracias a él descubrí que los libros, por muy pequeños que sean, esconden grandes historias.
Que una jota en el lugar adecuado marca la diferencia.
Después de pasear por la tranquilidad del monte, del descanso y las confidencias sobre la hierba, nos pondríamos de nuevo en camino, cada uno de vuelta a su casa, pero con el alma más blanca y blandita.


Iván Linares Sagredo

Platerito

Platerito, dulce asno, lindo, pequeñito,
te peino tu pelo suave como el terciopelo,
luego gadeas por la hierba del prado
sin ninguna prisa de volver al granero
ancho, silencioso y soleado.Desde él
se ven la iglesia, el colegio y la marea
del mar.
Cuando llega el buen tiempo los niños
se dejan ver más por el buen tiempo
por los campos y se acercan al prado
a jugar con su amigo Platerito.
Los niños van por el prado jugando con
las mariposas, flores y demás, esperando
a ver si ven a su querido amigo Platerito.
Porque a veces suben a borriquete y lo
galopan por el prado gritándole :
¡Arre, arre! ¡Platerito!


Sandra Merenciano Escriba Ges ll Nit.

Platero y yo: un día de fallas en valencia


Ya han comenzado las fiestas más esperadas para la comunidad fallera: mascletás, plantá de los monumentos y fiesta.
Un día decidí coger a Platero e irnos a pasar todo el día a Valencia, empezando viendo la mascletá y luego de paseo por Valencia para que viera algún monumento ya que nunca había salido a ver esta fiesta.
Mi mayor preocupación era si Platero no se asustaría al oír el ruido que genera el estallido de las carcasas y petardos.
Ya es hora del primer aviso, cuando estalla Platero levanta la cabeza al oír el gran ruido que se había producido pero no salió huyendo, es lo que más me sorprendió. Comienza la mascleta y Platero en vez de huir observa a la gente cómo salta al oír cada mes más ruido y más rápido, hasta llegar a aplaudir por tan solo el ruido que se ha generado.
Nada más acabar salimos de la plaza y nos vamos a un parque que está al lado para poder comer algo y poder continuar nuestra aventura viendo monumentos en el centro de Valencia.
Vemos un par de fallas y ya es hora de menearnos al río para merendar y caminar un poco para poder coger un buen sitio para poder ver el espectáculo nocturno como es los castillos de luces.
Nos ubicamos en el puente de las Torres de Serrano, comienza el espectáculo y Platero se queda sorprendido al ver que con cada explosión se ilumina Valencia como si fuera de día.

Acaba el espectáculo y Platero y yo decidimos irnos a casa a descansar para levantarnos mañana con fuerzas para pasear y ver más fallas.


DANIEL LÓPEZ MARTÍNEZ GES II NIT

domingo, 2 de marzo de 2014

SALVANDO A PLATERO

Siempre he querido una mascota, poder acariciarla, cuidarla, darle mimitos. De pequeña no me dejaron tener porque la casa era muy estrecha. Y hoy que me he independizado me prometí que iría en busca de mi fiel compañero.

De camino a través de la ventana de mi coche vi a lo lejos una silueta que se movía muy agitado entre los matorrales y escuché un fortísimo rebuzno que me impidió seguir adelante.

Y allí lo vi con su patita doblada atrapado entre las rocas,con una mirada asustada sin parar de gemir impidiéndome que me acercase.

Con un tono calmado y suave logré tranquilizarlo pudiéndome acercar poco a poco quedándome impactada cuando vi su lamentable estado. Estaba tan delgado que se le marcaban las costillas, su pelo grisáceo a trasquilones con muchas heridas por el cuerpo, lleno de moscas... Pude quitarle las rocas de su pata y quiso salir corriendo y sin conseguirlo cayo al suelo, arrodillada ante él empecé a acariciarlo: su mirada triste y asustada empezó a cambiar.

Lo monté en el coche sin saber muy bien lo que debía de hacer, me lo llevé a casa, curé su herida, le di de comer y lo bañé, el brillo de sus ojos lucían como la plata recién pulida quedándonos fijamente hipnotizados, por un momento ya tenía su nombre en la mente..PLATERO...pero era una locura aunque ya no tuviese que dar explicaciones a nadie no era bueno para Platero que viviese conmigo, no había imaginado nunca tener a un burro en mi casa, pero sentí que no podía deshacerme de él.

Sabía que por lo menos íbamos a tener un gran día, quería enseñarle algo que seguro que jamás había visto, fuimos al castillo, salto, corrió y comió todo lo que quiso. Estaba impactado de ver tantas fallas aunque el ruido de la mascletá no le gustó mucho, fuimos a comer churros con chocolate para entrar en calor y aprovechamos para ver los fuegos artificiales.

No paré ni un momento de acariciarlo y besarle y a él le encantaba, se le veía muy feliz solo habían pasado unas horas desde que lo encontré y ya no era el mismo.

Llegaba la noche y mi alegría se iba apagando porque sabía que tenía que buscar un lugar en el que viviera Platero, debía asegurarme que estuviera en las mejores condiciones posibles y recordé que los padres de mi amiga tenían una cuadra donde sabía que iba a estar mejor que en mi casa, no queríamos separarnos ni un segundo pero ambos sabíamos que no era el lugar más apropiado. Desde entonces no he dejado un día en estar con él, lo visito todas las mañanas aunque no viva conmigo siempre será Mi Platero mi gran amigo y fiel compañero.



LUCIA JIMENEZ RAMIREZ GES II NIT

Platero y Pablo

¿Qué es esta extraña sensación extracorpórea?
No recuerdo haber comido ninguna extraña semilla arbórea
Platero aparece en mi sueño
Con mis manos en tocarlo me empeño
Pero es intangible, no lo puedo tocar
Solo su piel querría acariciar.
Extrañamente me habla,
No como una oveja que bala
Habla con mi voz.
Si no le escucho, me da una coz
“ven conmigo a viajar, en sueños puedes volar”
acompaño a Platero por el mundo entero
siento ilusión por ver el nipón
de Islandia a Groenlandia
y de Italia a Hibernalia, los sueños no tienen limites
solo los que tú te apliques.
Noto cómo me pesa el alma y pienso que despierto.
Despierto, y Platero mantiene mi corazón latiendo.

 Pablo Fernández Alonso. GES II noche.

sábado, 1 de marzo de 2014

Platero, mi fiel compañero

Mi querido burro Platero,
siempre estabas conmigo,
tu fuiste mi mundo entero,
eras mi fiel amigo.

Juntos corríamos contentos,
en el fresco río bebíamos,
pues estábamos sedientos,
y después nos refrescábamos.

Nos cuidábamos mutuamente,
tu suave pecho acariciaba
en la mullida hierba verde,
tu cuello era mi almohada.

Tu mirada tan inocente,
siempre me hacia sonreír,
eras muy inteligente,
de ti no puedo prescindir.

Álvaro Bautista Moreno  GES II Noche
     

jueves, 27 de febrero de 2014

Platero y yo. Nostalgia.



Mi querido y fiel amigo Platero, te veo entristecido, angustiado y desazonado. Estoy eufórico e ilusionado de que estés en todos mis malos momentos, pero a veces echo en falta mi tierra, llena de grandes toreros, niñas bonitas y la mezquita reluciendo llena de belleza. Pienso que tú sientes lo mismo que yo y por eso vayamos de inmediato y vivamos un largo viaje hasta llegar a nuestro sueño. Cuanto más largo sea nuestro viaje, más emocionante será la llegada a nuestra tierra amada.

    Miguel Angel Notario Hens Ges II Matí

miércoles, 26 de febrero de 2014

Platero


Él es un burro muy pequeñito,
Su pelo es de color marrón
y todos lo querremos un montón.
Su nombre es Platero.
Es nuestro amigo,
sale a exponer su pelito al sol,
que le brilla mogollón. 
Nos cuida y nos pasea,
y no paramos de jugar;
luego cuando el sueño lo alcanza
preparamos su camita de paja 
y lo dejamos descansar, 
y de esa manera nuestro días 
pasan volando como un halcón
alado de nuestro amiguito 
que queremos un montón.
                                                                                                Ioana Tana Ges II mañanas

martes, 25 de febrero de 2014

PLATERO Y YO EN EL CAMPO


SON LA ESENCIA DE TIEMPO PASADO, SERENOS COMPAÑEROS, HISTORIA NUESTRA DE TIEMPO OLVIDADO, QUE NO SE PIERDA ESA RAZA DE FIELES COMPAÑEROS.


PLATERO Y YO EN EL CAMPO

Después de un largo día de marcha, Platero y yo llegábamos a un arroyo, cuyas aguas se deslizaban alegremente entre las pequeñas barrancas.

Platero me dijo:
-Quiero cruzar!!
Y yo asombrado le dije:
-Platero no es buena idea, pero si tu crees que pasaremos…yo confío en ti.
Además con tus patas fuertes y grandes, lo conseguiremos.

¡Vamos fiel compañero!

Entonces yo me subí encima de Platero y juntos atravesamos el arroyo.
-Muy bien Platero, lo hemos logrado!!.
Hemos llegado a los pastos verdes, aquellos que alegran la vista y el olfato.

Ese olor de mil flores con la esencia de pastos nuevos y verdes.
Después, decidimos descansar juntos, Platero y yo, mi amigo inseparable, los dos sobre la hierba mojada, dejando volar nuestra imaginación, y pensando en este día que perduraría en el tiempo de los dos.



JUAN SIMÓN VAÑÓ

GES 1 TARDE

domingo, 23 de febrero de 2014

Platero, ¿dónde estás?



Platero, ¿dónde estás?

Hace tiempo que no te veo,

desapareciste sin más: ¿por qué, Platero?

Te vi nacer y crecer,

pequeño orejudo.

Siempre fuiste testarudo, nunca hiciste caso,

y no había quien te dominase.

Platero, ¿por qué ahora?

Podías haberte ido hace tiempo

y ahorrarme el desespero.

Te echo de menos, mi gran loco aventurero.

Platero, aunque no estés, siempre serás mi compañero.


          Asunción Galcerá                                  GES II TARDE

Mi vida con Platero



Una noche de reyes me levanté y bajo el árbol del jardín, allí entre la hierba, había un burrito y le puse de nombre Platero.

Platero tenía los ojitos cerrados, como era tan indefenso decidí llevármelo a mi cuadra, tuve que amamantarlo a biberones y rodearlo de mantas y agua caliente para que no pasara frío.

A los 15 días de tenerlo en mi cuadra, empezó a andar y yo me puse muy contento, ese día es un momento que nunca olvidaré pues fueron los primeros pasos de mi fiel amigo Platero.

Pasado el tiempo íbamos juntos a todos los campos, éramos inseparables. Cuando paseábamos por el pueblo los niños se quedaban asombrados al verlo y querían montar en su lomo, entonces decidí que los niños lo montaran, era tanta la felicidad que trasmitía mi Platerito, que yo radiaba de felicidad.

Al cabo del tiempo, en el pueblo, vinieron unos feriantes, los cuales me lo querían comprar, era tanto el amor que yo tenía a mi Platero que por todo el dinero del mundo era imposible de vender.

Tuve que buscar trabajo para poder mantenerlo y al cabo del tiempo falleció de viejecito, nunca olvidaré los buenos momentos que pasamos Platero y yo.

 Oscar Martí Lozano

                                                                                    GII tarde

"Todos tenemos algo que nos ha acompañado desde la niñez...



Todos tenemos algo que nos ha acompañado desde la niñez, algunos han pasado su infancia con su perro Pancho, con su conejito Tambor, con su canario Piolín o con su Tortuga Donatello. Muchos han tenido un amuleto consigo, una virgen de cristal, una cruz de madera o un elefante de marfil.
Yo tengo un burrito, marrón y peludito. Sus ojos marrón oscuro, y sus dientes de un blanco perfecto. Lo encontramos en una casa abandonada en el campo, estaba solitario y muy hambriento. Yo tenía 3 años, apenas lo puedo recordar, pero acabó a mi lado, mi querido Platero, así es como lo llamé.

Platero vive a mi lado, yo vivo junto a él. Mamá me enseñó a bañarlo al aire libre en verano, lo enjabonaba con mis manitas y lo duchaba con la manguera -¡No le des el agua muy fuerte!- gritaba mamá desde la casa, y yo quitaba fuerza girando la palanca del surtidor. Nos poníamos al sol durante largo rato, solía secar rápido, pero si no hacía buen día podríamos pasar horas y horas sin poder jugar porque cuando lo abrazaba seguía mojándome la ropa.

Él me observaba mientras jugaba por el jardín, corría junto a él rodeando la casa y saltábamos juntos a la comba. -Platero es genial!- pensaba siempre para mí mismo.

En el colegio se reían cuando decía que tenía un burrito de mascota, para mí era mucho mejor que un perro o un gato, las mascotas de mis amigos se escapaban a menudo, sin embargo, Platero jamás me abandonó.

En invierno me acurrucaba a su lado, junto a la chimenea, lo abrazaba fuerte, muy fuerte, y nos quedábamos dormidos. Papá cogía una manta y nos tapaba. Da tanto calorcillo que me quedaba frito en segundos.

Un día, mientras jugábamos juntos, saltando unas piedras apiladas, Platero tropezó y se fue de bruces. Se pudo escuchar un golpe y volví atrás a salvarlo, el burrito estaba tumbado de lado, al caer se había golpeado fuerte en la barriga y se había hecho una brecha. No se movía, se le notaba muy enfermo, llamé a mamá y a papá, lo recogieron con delicadeza y lo llevaron a la casa. Mi padre me sentó en la mecedora y me dijo -No te preocupes, mamá va a curar a Platero, tú cuéntame qué ha pasado, esperaremos aquí a que mamá termine y lo dejaremos descansar.- Al cabo de un buen rato mamá salió de la habitación y nos dijo que Platero ya estaba curado, pero que necesitaba estar tranquilito. Estaba feliz de que mi madre lo hubiese sanado, no podría vivir sin mi pequeño burro.

Esa es la historia de los recuerdos de Platero con mi niñez, incluso hoy en día Platero sigue siendo mi amigo inseparable, juega con mi hija, la hace reír sin descanso, la mira con ojos dulces y le gusta que ella lo acaricie. Él está encantado, los dos lo mimamos muchísimo, nunca me he separado de él, y él nunca ha pensado en irse de mi lado, ahora tampoco se irá del lado de mi familia.

Las mascotas de mis amigos fallecieron hace tiempo, sus vidas no son tan largas como la nuestra, sin embargo, Platero jamás fallecerá, no puede irse al cielo, sus ojos no se cerrarán jamás.

Mi mascota no tiene un corazón físico, ni huesos, tan sólo algodón y tela. Platero es un muñeco, un muñeco único, yo lo elegí y él me eligió, es por eso que somos inseparables.

Iván Forner Prado GES2 TARDE