Platero y él

Platero y él

domingo, 23 de febrero de 2014

Mi vida con Platero



Una noche de reyes me levanté y bajo el árbol del jardín, allí entre la hierba, había un burrito y le puse de nombre Platero.

Platero tenía los ojitos cerrados, como era tan indefenso decidí llevármelo a mi cuadra, tuve que amamantarlo a biberones y rodearlo de mantas y agua caliente para que no pasara frío.

A los 15 días de tenerlo en mi cuadra, empezó a andar y yo me puse muy contento, ese día es un momento que nunca olvidaré pues fueron los primeros pasos de mi fiel amigo Platero.

Pasado el tiempo íbamos juntos a todos los campos, éramos inseparables. Cuando paseábamos por el pueblo los niños se quedaban asombrados al verlo y querían montar en su lomo, entonces decidí que los niños lo montaran, era tanta la felicidad que trasmitía mi Platerito, que yo radiaba de felicidad.

Al cabo del tiempo, en el pueblo, vinieron unos feriantes, los cuales me lo querían comprar, era tanto el amor que yo tenía a mi Platero que por todo el dinero del mundo era imposible de vender.

Tuve que buscar trabajo para poder mantenerlo y al cabo del tiempo falleció de viejecito, nunca olvidaré los buenos momentos que pasamos Platero y yo.

 Oscar Martí Lozano

                                                                                    GII tarde

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