Platero y él

Platero y él

lunes, 10 de febrero de 2014

Platero,el burrito de San Vicente

        Recuerdo que cuando era pequeño estaba sentado al lado de mi abuelo, en uno de los peldaños de una pequeña escalera pintada de cal en Agua Amarga, un pueblecito de la costa de Carboneras, Almería. Era una noche muy cálida, estábamos mirando la luna y recuerdo que hacían  unas fiestas en ese pueblo, las fiestas de Santiago, si no recuerdo mal, entonces debería ser sobre el 25 de julio, lo que ya no recuerdo de qué año, pero sí que sé que yo era pequeño, unos 8 o 9 años. Fue ahí, en ese momento, donde mi abuelo me contó la historia del burrito de San Vicente (que lleva carga y no lo siente). "Según la leyenda, cuando murió San Pedro de Barco, muchos pueblos se disputaron el honor de su sepultura. La solución fue mandar el cadáver en un burro con la vista vendada para que el animal eligiera el destino del cuerpo del santo. Llegó a la puerta de la Iglesia de San Vicente y murió con su carga encima."
Mi abuelo me dijo:
-¿Ves la luna? 
-Sí, yayo.
-¿Ves una manchita que hay con forma de burrito?
-Sí, yayo...
-Pues esa manchita es el burrito San vicente (que lleva carga y no lo siente).
Y me relató la historia, pero me la contó a su manera, me cambió el final, me contó que nunca llegó a encontrar la iglesia de San Vicente, y se perdió, tanto que se le hizo de noche, una noche oscura y brillante como el topacio, la luna esa noche desprendía un resplandor increíble y el burrito decidió seguir su estela plateada, tanto que llego a formar parte de ella. Mi abuelo me contó que en las noches de luna llena aún se puede ver al burrito San vicente dando vueltas por la luna, aún buscando su iglesia.
Tal fue mi sugestión, que de verdad llegué a ver al burrito con su carga a cuestas paseando por el brillo de la luna,llegué a ver ese burrito plateado dando vueltas y vueltas buscando su iglesia, le pregunté a mi abuelo:
-Yayo,y el burrito ¿se llama San Vicente?
-No, nene...
-Y ¿cómo se llama ese burrito?
-¿Cómo se llama?...¿Ves ese color de plata que desprende?
-Sí...
-Pues Platero, nene, se llama Platero.
Desde entonces cada vez que veo la luna llena no puedo evitar recordar la historia de mi abuelo y aún veo a Platero dando vueltas buscando su iglesia y montado en él a mi abuelo mirándome y sonriendo.
Que tengáis mucha suerte, Garrido, cuida de él, Platero.


DAVID LEÓN GARRIDO   GES II A

No hay comentarios:

Publicar un comentario