Cuando
íbamos al pueblo de mis abuelos, él tenía un burro que utilizaba
en las tareas del campo.
Mis
hermanos y yo, lo llamábamos PLATERO. Un día nos llevo mi abuelo a
la Parrilla, que era su huerto. Madrugamos mucho para ir a pasar el
día allí, estaba lejos, había que pasar el río. Como yo me cansaba,
me subieron a PLATERO y me puse muy contenta.
Cuando pasamos el río,
PLATERO se resbaló y me puse a llorar, pase miedo, pero nos pusimos a
cantar y se me pasó, llegamos al huerto.
A
PLATERO le quitamos las cosas y se puso a comer, y nosotros jugamos,
comimos y lo pasamos muy bien.
Fue
un día estupendo que aún tengo en mi recuerdo.
Juani
Sánchez
Cultura General
No hay comentarios:
Publicar un comentario